REPORTAJE





UN TESTIMONIO DEL AMOR DE UN PADRE POR SU HIJO


Foto: 'Hoyt Team': la increíble historia del ‘padre coraje’ de los triatlones


Dick Hoyt, un Teniente Coronel retirado  de las fuerzas aéreas de Estados Unidos, cumple los sueños de su hijo Rick Hoyt, nacido con una discapacidad, corriendo, nadando y montando en bici junto a a él, en más de 1000 carreras

Una de las leyendas vivas de superación personal, es el equipo Hoyt, compuesto por Dick, padre de 3 hijos y su hijo pequeño Rick. Este equipo nos ha enseñado numerosos valores y sobre todo como afrontar las barreras que se nos ponen delante durante la vida. "Todo es posible"- nos dice el padre.



El 10 de enero de 1962 en Massachusetts, nació Rick Hoyt, el parto se complicó y nada más nacer adquirió una discapacidad por falta de oxígeno en su cabeza, ya que su cordón umbilical se le enredó en el cuello, lo que le originó una parálisis cerebral.

Cuando tenía 8 meses, los doctores le dijeron a sus padres Rick y Judy, que lo mejor sería sacrificarlo porque estaría en estado vegetativo el resto de su vida, es decir que no demostraría ningun tipo de consciencia ni de interactuación. Sus padres no hicieron caso a a los doctores y continuaron proporcionándole una vida como la de cualquier niño, aun sabiendo que sería difícil. "Los médicos nos dijeron que renunciáramos, que Rick nunca se desarollaría" -cuenta Dick.

A los 11 años, lo llevaron a la Universidad de Tuft, para ver cuáles eran las posibilidades de que su hijo se pudiera comunicar. No hay ninguna forma” les dijeron, “Su cerebro no tiene ninguna actividad”- afirmaron los médicos. Con desespero, les pidieron que le contaran un chiste, para ver si eso era cierto, y Rick comenzó a reir. Entonces los científicos les dijeron que tal vez sí que habría algo en su interior.
Estos desarrollaron un sistema para que se pudiera comunicar con el movimiento lateral de la cabeza, el único que podía controlar. Con este sistema podría elegir letras que aparecerían en una pantalla, y así comunicarse.

Un año después, cuando Rick tenía 12 años, todos estaban apostando cuáles serían sus primeras palabras. ¿Sería “hola mamá”, “hola papá”?   Él dijo: “Vamos, Bruins”. Los Boston Bruins, estaban en las finales de la Copa Stanley, que era la liga profesional de hockey sobre hielo. Se dieron cuenta de que había estado siguiendo el hockey al igual que el resto. -"Así nos dimos cuenta de que le gustaban los deportes"-cuenta Dick.

En la primavera de 1977, se hizo una carrera de    8´5 km en la que se recaudaba dinero para el tratamiento de un compañero suyo, deportista de lacrosse que había quedado paralítico tras un accidente. Rick, a través de la máquina especial para comunicarse, le dijo a su padre: 'Papá, tengo que hacer algo por él, quiero participar'.

Dick le tenía que mostrar a su hijo que aunque estuviera paralizado, la vida continuaba. "Yo tenía 40 años, pero no era un atleta, corría unas 3 veces por semana unos 2 km, para tratar de mantener el peso. Accedí a empujar a Rick mediante una silla de ruedas. Cuando empezamos la carrera, la gente pensaba que solo lograríamos llegar hasta la primera curva, pero esto no fue así, terminamos todo el recorrido hasta el final, ni tan solo quedando últimos. Al cruzar la meta le vi con una sonrisa de oreja a oreja como nunca le había vito.

"Después de correr los 8 km, estuve con dolores en todo el cuerpo, ahi me sentí yo el discapacitado". Cuando llegamos a casa, Rick desde el ordenador me dijo: “Papá, mientras estábamos corriendo, he sentido que no era discapacitado, me sentía como un pájaro libre de correr y competir como cualquier otro”.



Estas palabras de su hijo le cambiaron la vida, ya que Dick quería darle esa sensación a su hijo todas las veces que fuese posible. Rick le dijo a su padre: “¿Papá, correrías un maratón conmigo?”, recibiendo otra afirmación por respuesta. Dick logró desarrollar una condición física lo suficientemente fuerte que él y su hijo estaban dispuestos a correr la Maratón de Boston en 1979.
"No fue fácil, al principio nadie nos hablaba. No querían estar junto a Rick y su silla de ruedas, pero mi hijo se sentía como un atleta más. Familiares de otros deficientes nos escribieron y con rabia me preguntaban: ¿Qué es lo que está haciendo? ¿Está buscando gloria para usted? Pero lo que no sabían era que lo que me hacía empujar a Rick en las carreras, era su felicidad.

Poco después, se formaban colas de gente que querían saludar al increíble Rick, y desearnos suerte. Posteriormente padre e hijo se movían por todo el mundo dando charlas motivadoras.
Cinco años más tarde Rick me preguntó: "¿Papá porque no hacemos un triatlón?" Pero él tenía un problema mayor para participar en un triatlón con su hijo. Esto supuso mucho esfierzo ya que Rick no sabía nadar, entonces, se mudaron de casa y fueron a vivir a la orilla de un lago.

“Nunca olvidaré el primer día. Me tiré en el lago, y me hundí. Pero todos los días cuando volvía del trabajo, trataba de avanzar un poco más”. Cuenta Dick.

La bicicleta era la parte más difícil, aparte de que tenía que retomarla porque hacía que no montaba desde los 6 años. En el triatlón para llevar a su hijo tenía que utilizar una bicicleta en la que Rick viajaba sujeto en un asiento colocado en el frontal de la bici. Esta  era seis veces más pesada que las de los otros competidores, sin contar el peso de Rick, en las subidas este factor se hacía sentir.

Años después se enfrentaron a una especie de triatlón mucho más duro, es la competición considerada la más dura y exigente del mundo en un mismo día. Un IRONMAN esta carrera es de 226,1 kilómetros. Comsiste en nadar 3.9 km en mar abierto, seguido de 180 km en bicicleta y acabando corriendo una maratón entera (42,2 km).


En 1992, Dick con 52 años empujando a su hijo  en la silla hicieron 2 h y 40 min.
Desde el 1980 han participado en más de 1.000 carreras juntos, 247 triatlones, 6 Iron Man ó 70 maratones.

Dick se emociona al releer una carta que le llegó hace 3 años de un padre como él. La carta decía:
"Me avergonzaba de mi egoísmo y de no llevar a mi hijo a correr como haces tú, pero un día esto cambió, fui como otro padre para mi hijo, y ahora le empujo en una silla de ruedas mientras corremos. Los dos somos felices y esto te lo debo a ti".

El Equipo Hoyt no solo esta formado por Dick y Rick, sino por muchos padres y muchos hijo, es decir de muchos héroes. “Solo he querido darle a mi hijo la mejor vida posible, no soy ningún héroe por eso”- afirma Dick.



"Él es muy feliz, quizá más que el 95% de la población". Dick escribió un libro, titulado Compromiso absoluto, y creó una fundación para ayudar a otras personas con la misma discapacidad que su hijo, parálisis cerebral.





Ahora Rick Hoyt ejerce de profesor, está casado y vive en su propio apartamento, del que sescapa de vez en cuando para correr junto a su padre.


Este equipo nos enseña, y nos dan una lección de vida de ejemplo de superación a seguir.


Publicado por: Maite Osorio el 18 de febrero de 2018









FUENTES:

http://nuevotiempo.org/lugardepaz/rick-y-dick-hoyt-una-historia-de-vida/
https://www.elconfidencial.com/deportes/otros-deportes/2014-04-20/hoyt-team-la-increible-historia-del-padre-coraje-de-los-triatlones_118077/
https://es.wikipedia.org/wiki/Equipo_Hoyt
http://meditacionypsicologia.com/2016/01/04/la-historia-del-equipo-hoyt/











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